Pastoral Vocacional
Los Hermanos Menores Capuchinos somos la rama más joven de la primera Orden fundada por san Francisco de Asís, resultado de una reforma en el siglo XVI que se remonta al año 1525, cuando un grupo de hermanos, pertenecientes a los Hermanos Menores de la Observancia, en la región de las Marcas, Italia, quisieron vivir con más rigor su vida de oración, contemplación y pobreza, con el propósito de recuperar la inspiración original que el Altísimo le reveló al Pobrecillo.
Gracias al apoyo del Papa, la nueva rama consiguió pronto la aprobación y creció rápidamente, primero en Italia y, a partir de 1574, por toda Europa. El nombre de capuchinos se refiere a la forma peculiar de confeccionar y utilizar la capucha de nuestro hábito. Lo que en un principio era una manera popular de llamar a los hermanos, se convirtió en el nombre oficial de la Orden que está extendida en más de 100 países alrededor del mundo, y cuenta con unos 10.000 hermanos que vivimos en más de 1.800 fraternidades o conventos. La simplicidad, la cercanía al pueblo, nuestra vida de oración y el espíritu fraterno en nuestras casas y apostolados, son signos visibles de nuestra forma de encarnar el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo.
Los Hermanos Menores Capuchinos, como san Francisco de Asís lo hiciera en su momento, buscamos vivir el santo Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, teniendo en cuenta cinco grandes principios:
El fundamento de nuestro carisma es la escucha y la práctica del Evangelio, que se convierte para todos los hermanos en el humus de nuestra formación: La regla y vida de los Hermanos Menores es vivir según la forma del Santo Evangelio (RB I, 1).
Los Hermanos Menores Capuchinos somos personas de oración y contemplación. Cultivamos una oración afectiva que nos impulsa a tener los sentimientos del Hijo (Fil 2, 5), es decir, a reproducir en nuestra vida la manera de ser y de relacionarse de Jesús, nuestro Maestro, y a dejarnos transformar continuamente por el Espíritu del Señor.
Los Hermanos Menores Capuchinos pretendemos vivir la fraternidad cristiana en comunidad y comunión de bienes, afecto y apoyo. Vemos en cada hombre y mujer, mayores y niños, y en cada criatura, un hermano. Buscamos así vivir la fraternidad universal.
Los Hermanos Menores Capuchinos queremos vivir la experiencia de Dios en fraternidad, mediante la oración y la acción. Somos apóstoles y misioneros de reconciliación, de comunión y de fraternidad entre las personas. Nuestro principal apostolado es dar testimonio ante el mundo de nuestra forma de vida (cf. Const. 147, 2).
Los hermanos procuramos trabajar por el bien del pueblo, sin ambiciones personales, sirviendo como Hermanos Menores. Trabajamos con alegría, amor, dedicación y simplicidad en una gran diversidad de actividades. Ser menor es colocarse al servicio de los más sencillos y humildes, compartiendo principalmente con los más pobres y marginados.
MI VOCACION CAPUCHINA
La Pastoral Vocacional de nuestra comunidad constituye un espacio de acompañamiento para aquellos jóvenes que movidos, por divina inspiración, sienten el deseo de consagrar su vida al servicio del reino de Dios, asumiendo nuestra forma de vida, ofreciéndoles las condiciones necesarias para realizar un sereno y profundo discernimiento que les ayude a descubrir la voluntad del Altísimo para sus vidas.
Los Hermanos Menores Capuchinos de Colombia te invitamos a iniciar un camino de acompañamiento que está configurado por varios momentos, a saber, entrevistas y trabajos de carácter personal, encuentros regionales presenciales y actividades virtuales a lo largo del año.
Si te sientes movido por el Espíritu del Señor a comenzar un proceso de discernimiento vocacional, no dudes en contactarnos a través de los siguientes medios digitales:
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Nuestra comunidad constituye un espacio de acompañamiento para aquellos jóvenes que movidos, por divina inspiración, sienten el deseo de consagrar su vida al servicio del reino de Dios.